Vie. Jun 13th, 2025

Por Bruno Cortés

 

En medio del ajetreo postelectoral y mientras la mayoría ya empieza a pensar en vacaciones de verano, el Congreso mexicano se alista para algo que suena aburrido pero que podría cambiar muchas cosas: un periodo extraordinario de sesiones. ¿Qué es eso? Básicamente, una reunión “fuera de calendario” donde las y los diputados y senadores se ponen a chambear en reformas urgentes, como cuando en tu trabajo llaman a junta en día libre porque hay broncas que no pueden esperar.

Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado y una figura clave del Congreso, fue quien encendió la mecha esta semana: a finales de junio, probablemente el 29 o 30, se abrirá este periodo para discutir 22 temas, desde reformas constitucionales hasta nuevas leyes para fortalecer la seguridad, la justicia y las instituciones del país.

Pero ojo, todavía no es oficial. Monreal explicó que para que pueda haber periodo extraordinario, primero deben tener todas las iniciativas de ley sobre la mesa. Nada de improvisar o “ver qué sale”, porque legalmente no pueden discutir temas que no estén definidos. “No se ha dado carpetazo de nada”, dijo, echando por tierra los rumores de que ya todo estaba cocinado.

Aquí es donde entra lo interesante para quienes no siguen el día a día de la política. Estas reformas no son cualquier cosa: se quiere tocar incluso el artículo 107 constitucional, que regula el juicio de amparo, un tema clave para la defensa de los derechos humanos. Además, se vienen propuestas sobre cómo hacer más fuerte al sistema de justicia y cómo enfrentar mejor al crimen organizado. Todo eso suena complicado, pero en resumen, es el gobierno tratando de ordenar la casa legal y judicial antes de que arranque la nueva administración de Claudia Sheinbaum.

Monreal aprovechó para defender este enfoque con calma y sin prisas. “Siempre nos piden que no se aprueben leyes al vapor”, dijo, como si le hablara directamente a la opinión pública y a los medios. Y sí, tiene un punto: más vale revisar bien que legislar al ahí se va.

Hablando de Sheinbaum, Monreal no ocultó su entusiasmo por cómo la presidenta electa está manejando las cosas. Celebró que no haya querido meter mano en la elección popular de ministros y magistrados, lo cual, según él, demuestra su respeto por la democracia. Y sí, aunque mucha gente criticó esa elección porque solo participaron 13 millones de personas, él la vio como un triunfo: “13 millones es un mundo de gente. Es más que uno”, dijo entre risas, pero con seriedad.

El senador también tuvo tiempo para lamentar la postura de Estados Unidos respecto a la demanda que México interpuso contra los fabricantes de armas. El Congreso gringo decidió no seguir el caso, a pesar de que se acusa a varias empresas de facilitar el tráfico ilegal de armas que terminan en manos del crimen organizado en México. Para Monreal, esto es una falta de respeto, sobre todo cuando México está haciendo el esfuerzo de frenar el tráfico de fentanilo hacia el norte. “No hay reciprocidad”, afirmó.

Recordó que esta demanda fue impulsada originalmente por Marcelo Ebrard, y aunque recibió un revés legal, Monreal cree que todavía hay vías para insistir. “Está muy bien planteada y por eso va a prosperar”, concluyó, dejando la puerta abierta para una batalla diplomática que, por ahora, sigue en pausa.

Así que mientras mucha gente en el país se prepara para vacaciones o para ver qué sigue después de las elecciones, en el Congreso se está cocinando una agenda que podría tocar desde tus derechos hasta cómo se combate el crimen organizado. Y si bien suena técnico, vale la pena estar pendientes: en política, lo que no entiendes también te afecta.

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