Vie. Jun 13th, 2025

Durante días, millones de personas compartieron conmovidas un video que parecía salido de una película: un canguro con boleto en mano, esperando junto a su dueña para abordar un avión, mientras una azafata se negaba a dejarlo subir. Las redes explotaron en solidaridad y ternura. Sin embargo, la conmovedora escena tenía un giro inesperado: nunca ocurrió.

El video, que generó un aluvión de comentarios y reacciones en plataformas como TikTok y X, fue en realidad una creación generada por inteligencia artificial. Herramientas como Google Veo 3 o Infinite Unreality, capaces de producir imágenes y videos hiperrealistas, fueron las responsables de este montaje tan convincente que logró engañar incluso a ojos entrenados.


La cara oculta del entretenimiento digital

Este episodio no es un simple truco viral. Expone los riesgos crecientes del uso de la IA generativa y cómo estas tecnologías, si bien innovadoras y creativas, pueden ser usadas para difundir desinformación y manipular emociones.

⚠️ ¿Por qué esto es preocupante?

  • Desinformación disfrazada de ternura: El caso del canguro es un claro ejemplo de cómo los «deepfakes emocionales» —como los llama Elon Musk— pueden parecer inofensivos, pero manipulan sentimientos cotidianos para viralizarse, distorsionando la percepción de la realidad.

  • Engaños difíciles de detectar: Aunque los expertos señalan pistas como sombras incoherentes o textos ilegibles, la calidad de estos contenidos es cada vez más alta, dificultando su detección por parte del público general.

  • Erosión de la confianza pública: Cuando incluso una escena tierna puede ser fabricada digitalmente, ¿en qué podemos confiar en internet? Este tipo de contenidos compromete la credibilidad de lo que vemos a diario en redes sociales.


Pensamiento crítico en la era de la IA

El «canguro viajero» se suma a la creciente lista de contenidos falsos que se viralizan gracias a la inteligencia artificial. Lejos de ser solo una curiosidad digital, este fenómeno nos enfrenta a la urgente necesidad de alfabetización mediática y el desarrollo de herramientas que permitan verificar lo que consumimos en línea.

La clave está en no dejarse llevar por lo primero que vemos. En tiempos donde lo falso puede parecer más real que la verdad, la vigilancia digital comienza con el pensamiento crítico.

por admin

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