En un gesto que humaniza su intensa labor política, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, compartió en su cuenta de X (antes Twitter) un mensaje que conmovió a la comunidad universitaria: concluyó el curso en el posgrado de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, agradeciendo profundamente a sus alumnos por su participación, sus regalos y, sobre todo, su compromiso con el aprendizaje.
“Lo que más me gusta es ser maestro, dar clases”, escribió Monreal con tono afectuoso. Con una trayectoria que combina la vida legislativa con la académica, el legislador zacatecano ha impartido cátedra por varios años, formando a generaciones de juristas con una visión crítica y ciudadana del Derecho.
A pesar de la responsabilidad que implica coordinar a los grupos parlamentarios en San Lázaro, Monreal se da el tiempo de preparar sus clases y llegar puntualmente, como recuerdan sus alumnos, a las siete de la mañana, con contenidos sólidos y reflexivos. “Su entrega a la clase, tomando en consideración la responsabilidad que tiene como coordinador, es admirable”, mencionó una de sus estudiantes.
La clase, que concluyó esta semana, estuvo acompañada de una muestra de afecto por parte del alumnado, quienes regalaron libros y manzanas a su profesor, además de un detalle especial con motivo del Día del Maíz, un símbolo profundo de identidad y conocimiento en México. Monreal lo agradeció con emoción: “Les mando un abrazo porque recibí hoy muchas manzanas y muchos libros de regalo”.
Uno de los momentos más recordados del curso, según relatan los propios alumnos, fue cuando Monreal les aconsejó que el trabajo legislativo no debe pensarse desde la individualidad, sino desde el servicio a la ciudadanía. Una frase que resume su visión sobre la política como herramienta colectiva.
Además de su papel como legislador, Monreal ha mantenido una constante en su vida: la enseñanza. Desde sus primeros años como académico en la UNAM hasta la actualidad, ha apostado por la formación de nuevos perfiles jurídicos con un enfoque social. “Ser su maestro es un honor que me inspira y me compromete”, escribió en su red social.
Este tipo de actividades demuestran que el compromiso con la educación no está reñido con las altas responsabilidades del servicio público. Al contrario, Monreal deja claro que la política también se construye en el aula, con ideas, con diálogo y con formación ética.
El próximo semestre, Monreal volverá al aula. Sus alumnos lo esperan no solo por sus conocimientos, sino por la cercanía, el ejemplo y el humanismo con el que comparte su experiencia legislativa. Una faceta poco conocida que, sin duda, fortalece su figura pública más allá del Congreso.